Ya se ha despertado mamá, prepara su desayuno y camina por la casa cabizbaja, se prepara para salir de casa. Me empiezo a vestir y nos dirigimos al coche, no sin antes coger mi osito de peluche. Nos sentamos cada uno en su asiento y mamá me tira el bolso encima, sigue sin dirigirme la palabra, ¿habré hecho algo mal? Conduce decidida pero temblorosa a la vez, una lágrima corre por su mejilla y prefiero dejar que se desahogue, a veces llorar es la medicina más efectiva, o eso decía mi abuela. Ya hemos llegado, nos bajamos del coche y entramos por la puerta de ese gran edificio blanco. Pasillos y mas pasillos, todos y cada uno de ellos repletos de habitaciones con números diferentes. Habitación N.º 37, es esta. Al entrar solo se escuchan llantos. Ahí están, mis abuelos, mis tíos, Michael mi hermano mayor…, todos rodeando esa camilla. Es raro verme a mi mismo, tumbado , observando como todos lloran al mirarme y no poder decirles que sigo aquí.
POR MINFIT
Categoría: 2-Lengua Castellana